Prevención de lesiones en manos y brazos
Por Vanesa Perpignan
Especialista en traumatología y cirugía de mano
Centro Médico Sabio
¿Quién no ha pensado alguna vez que cuando duelen las manos parece que se terminara el mundo?
La sensación de ineficacia nos invade al intentar cualquier movimiento habitual que resulta imposible de realizar con dolor. Así el cerebro comunica que algo anda mal, y pide que nos detengamos a resolver esas señales…
Muchas veces la cirugía de la mano y del miembro superior son evitables si tomamos en cuenta pequeños gestos en las actividades diarias, antes de realizarlas; se trata de prevención primaria que reduce la incidencia o aparición de lesiones.
Las manos son irremplazables. Reparables, pero no sustituibles. La ciencia avanza en el diseño de manos robóticas, pero éstas reemplazan algunas funciones comparadas con una mano original.
Antes de realizar actividades deberíamos pensar en el riesgo potencial y compartir este análisis con compañeros y familiares para crear un entorno más seguro para todos.
Hay medidas básicas de prevención que sabemos casi todos pero no siempre aplicamos:
• Hidratarse adecuadamente con líquidos claros, a razón de un litro cada 30kg de peso aproximadamente. Mantener una dieta saludable.
• Asegurar un buen descanso, al menos 7-8 horas por noche, o por día, para personas con horario laboral habitual nocturno.
• Realizar entrenamiento físico acorde a la edad fuera del horario laboral (adaptado si es necesario, a las limitaciones mecánicas corporales) al menos 30 minutos diarios de intensidad moderada o el mismo tiempo distribuido en menos días (aplica para toda la población que utiliza su cuerpo como instrumento de trabajo).
Podemos sumar otras específicas para prevenir lesiones de las manos y los miembros superiores:
• Usar elementos de protección personal adecuados a cada actividad, por ejemplo vendas y guantes en el boxeo, muñequeras en skate, etc, y cuidar otras partes del cuerpo también, cabeza, codos, rodillas en moto, bici o escalada, calzado deportivo apropiado en futbol, paddle, basket, etc…
• En el trabajo, utilizar protecciones obligatorias al utilizar maquinarias. A veces retiran las protecciones, para ver mejor, por falta de tiempo o por exceso de confianza, por ejemplo el protector de disco en las amoladoras, los guantes de obra, el casco etc.
• Prestar atención y seguir con la mirada al manipular maquinarias cortantes (cuchillos de cocina, amasadora, el tupí, la cepilladora en carpintería) no usar ropas sueltas, no trabajar a ciegas, la mayoría de los accidentes ocurren en un milisegundo de distracción.
• Usar el tipo y tamaño adecuado de guantes, para que el guante en sí mismo no se convierta en el elemento peligroso
• En época invernal usar calzado antideslizante sobre el hielo, o complementarlo con crampones adaptables. Si realizamos deportes invernales se pueden agregar las mismas protecciones del skate. Recordar los horarios reducidos de luz natural antes de iniciar caminatas prolongadas al aire libre y evitarlas si no estamos entrenados para tantas horas en actividad.
• Incluso en las personas que trabajan sentadas y bajo techo suelen aparecer síntomas de hiperapoyo o de fatiga de los miembros superiores, como pérdida de fuerza o de sensibilidad. Se recomienda usar mouse vertical o bien pads siliconados, alinear los codos, mantener postura 90-90-90 frente a computadoras, y el monitor (aplica para el tv en casa) colocarlo a la altura de la vista o más abajo. Realizar pausas activas cada 30 minutos, estirar las piernas, hacer movimientos suaves del cuello, estirar los brazos y los antebrazos, hidratarse… y continuar.
• Si es posible siempre utilizar herramientas en las manos, y no las manos como herramientas, cuidar la postura ante movimientos repetitivos o disminuirlos, esto aplica para la obra y para cualquier persona que cargue objetos (libros, cajas, colchones) o personas (bebés, niños, adultos mayores). Es común flexionar las muñecas para un mejor agarre, pero se traduce en tendinitis… si esto no se puede evitar (artesanos en el tallado de objetos) se recomiendan ejercicios de precalentamiento previo y elongación posterior a la actividad. Es preferible menor tiempo y mayor frecuencia en la exposición a esas posturas.
• Evitar retorcer con fuerza los trapos de algodón, se los puede cambiar por mopas de fibra sintética que son más blandas, y usar baldes con centrífuga mecánica. Los ligamentos de las muñecas, agradecidos.
• Evitar la carga sostenida de objetos en el aire por encima del nivel de los hombros, para proteger así músculos epicondíleos, los afectados en el “codo del tenista” y los del manguito rotador en el hombro. Utilizar ambos miembros superiores para soliviar las cargas, trabajar entre dos o más personas, o buscar un punto de apoyo en los codos, por ejemplo, al recortar con tijeras.
• En casa, mantener objetos calientes lejos del borde de las mesas y cocinas, utilizar la hornalla de atrás… la curiosidad de los niños va más allá de su conciencia de riesgo
• Sonreír, distenderse alguna vez al día, sin perder la concentración. Actividades de relajación mental en las pausas, ayudan a combatir el estrés y junto con ello se previenen dolores de cuello que se irradian a través del brazo hasta llegar a la mano.
• Antes de concluir las rutinas es bueno elongar, el músculo que ha trabajado se oxigena, elimina toxinas, y se prepara mejor para descansar.
Ante una lesión, dolor o herida, acudir a la consulta programada o a la sala de urgencias. Cuanto antes se detecte el problema y se comience el tratamiento adecuado, se minimizan los riesgos de cronicidad, complicaciones y secuelas discapacitantes.
Luego de realizado el tratamiento, llegará el momento de trabajar en la rehabilitación, retomar actividades o adaptarlas para mantener el trabajo y la independencia.
¡Te espero en mi consultorio para seguir conversando sobre las medidas de prevención específicas que necesites!
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