Saber para beber mejor

Saber para beber mejor

Siempre me han dicho que el saber no ocupa lugar, y está más que claro que esto aplica a cualquier actividad a la que estemos resueltos a emprender. Esta es una nota que dedico a toda la gente que esta dispuesta a llegar a lo más alto gracias al estudio.

Personalmente, soy un apasionado por aprender y enseñar, si bien jamás me dedique a la docencia, teniendo comercios uno debe estar dispuesto a transmitir lo que sabe y de esta manera nos beneficiamos todos. 

En el mes de septiembre fui convocado por el CES (Centro de Estudios Superiores Padre Alberto de Agostini) para que dictara un curso de coctelería a alumnos de la Tecnicatura de Hotelería y todos los interesados en este fabuloso mundo de las bebidas. Como dije antes, jamás me había dedicado a la docencia salvo alguna excepción, nada formal.

Los catorce alumnos tuvieron que poner todos sus sentidos en acción para absorber información de Whiskys, Rones, Gin´s, Bitter´s y Vermouth´s entre otras bebidas, tuvieron que aprender sobre fermentación y destilación, también paseamos por parte de la historia y recordamos algunas películas donde los cocktail´s eran los actores principales.

Las prácticas fueron muy divertidas, y, debo reconocer, que también algo nostálgicas, me recordaron  mis primeros cursos y me hicieron probar cocktail´s que mi paladar ya casi había olvidado.  

Todos los alumnos, con muchas ganas y empeño asistieron a las 8 clases dictadas en las instalaciones del CES, Hotel Calafate Parque del grupo Tremun y La Zaina Restaurant. Siempre charlando y observando el servicio y la coctelería.

Aprovecho a agradecer y felicitar por la excelente predisposición a Gonzalo y Jorge del Grupo Tremun, dos genios de la hotelería, ofreciéndonos sus instalaciones para que los alumnos puedan observar un verdadero ámbito hotelero-gastronómico. También visitamos La Zaina Restaurant donde pudimos relajarnos y probar algunos cocktails.

Agradezco a todo el equipo del CES y en especial a Fernanda y Verónica por convocarme y estar en todos los detalles. Quiero aprovechar a contarles que tantos el aula hotel como las aulas cocinas son IMPRESIONANTES. Las cocinas equipadísimas y muy bien diseñadas, un verdadero lujo en El Calafate, hay que sentirse orgullosos de poder contar con instalaciones de esta magnitud.

Y agradezco a los alumnos (Javier, Virginia, Sonia, Agostina, Tomas, Fernando, Alejandro, María, Florencia, Gonzalo, Constanza, Joaquín, Esteban y Micaela) que fueron los que me bancaron y pusieron todo de ellos para que las clases fueran divertidas. Les deseo el mayor de los éxitos.

Una experiencia maravillosa que, sin lugar a dudas, repetiría.