Padres Cualitativos

Padres Cualitativos

Uno de los misterios más profundos es la paternidad, el enigma surge porque los resultados no se pueden conocer y apreciar en plenitud hasta que los hijos, comienzan a tomar decisiones fundamentales en la vida, ya sean laborales, profesionales, afectivas e incluso sociales.

Una corriente filosófica y psicológica intenta quitar responsabilidad moral a los padres, cargando el énfasis del comportamiento de los hijos solo en ellos, eximiendo casi por completo a sus formadores.

Voy a detallarles una ilustración: Supongamos que un señor desea con todo su corazón tener frutales, entonces un día determinado y viendo que todo a su alrededor estaba en condiciones para hacerlo y decide plantar un duraznero, después de un tiempo que la naturaleza ha establecido como norma, comienza a ver algo y debido a su experiencia sabe que será un durazno.

El proceso avanza y para sorpresa, este hombre observa que el durazno no está del todo bien, algún agente extraño ha causado un impacto alterando el color,  tamaño y sabor de ese fruto. Entonces decide hacer algo al respecto, le aplica fertilizantes, o algo que sane el pequeño durazno.

Pero todo lo que haga en el fruto aunque sea bueno y preciso debe reconocer que no será suficiente, porque el agente que afectó al durazno entro por el tronco, las ramas o los brotes de la planta, entonces si desea realmente modificar y ayudar para que el pequeño durazno-fruto sea excelente, tendrá que sanar el árbol, porque una vez hecho,  esa misma acción afectará directamente al fruto. 

La calidad de padre está directamente relacionada con la calidad de hijos, es verdad que existen algunas variantes excepcionales pero son los menos. La pregunta no es ¿Qué clase de generación estamos formando, sino que clase de generación estamos siendo?  La respuesta está en la función paterna.

 

Padres Protectores vs Padres Procreadores.

 

En el mundo abundan procreadores, pero hay carencia de padres protectores, los adultos hablan mucho de amor, pero lo relacionan casi en su totalidad con la sexualidad, sin embargo este sentimiento tan noble tiene que ver con cuidado, respeto y protección. Procrear es una acción biológica, natural y emocional, que también está en encriptada en el reino animal.

La mayor necesidad de la generación emergente es protección, una niñez plena no requiere solo de creadores, sino criadores. El proteccionismo incluye amor, disciplina, cuidado y respeto.  Recientemente UNICEF Argentina, presentó el siguiente informe:

 

1.  Tres de cada diez niños, crecerán sin uno de sus padres biológicos.

2.  Uno de cada diez niños, nunca conocerá a su padre.

3.  Dos de cada diez niños serán criados por un familiar.

4.  Cuatro de cada diez niños, crecerán en hogares de padres, Presentes-Ausentes.   

Padres Modelos vs Padres Moldes.

 

La  paternidad es un misterio que se va revelando poco a poco. Los padres hemos sido diseñados para ser modelos y no moldes.  Cuando uno de los padres dice “bueno yo no soy ejemplo para mis hijos”, lejos de recibir admiración es digno de lastima.

Porque si existe un lugar donde la nueva generación pueda tener como referencia debe ser el hogar y no la calle, el club, ni siquiera los establecimientos educativos. 

Los padres no deben procurar ser perfectos, sino un modelo, una referencia para sus hijos. Estos criadores siempre están presentes aunque no físicamente, pero si por medio de sus consejos, palabras y enseñanzas.

Los padres modelos saben direccionar a sus hijos, son propiciadores y no promotores de sus pequeños, estos son  adultos equilibrados, con una perspectiva y mirada sobre la vida asertiva, la formación de los hijos es como una moneda de dos caras, en una lleva impresa la insignia de la libertad y en la otra de responsabilidad.
 

Para muchos la paternidad es un asunto banal, casual, irónico hasta con un cierto grado humorístico. Traer un niño al mundo no significa absolutamente nada, hacer de él una persona de bien significa todo, no existe nada más serio en este planeta que preparar y educar a los hijos.

Pero no adiestrarlos para los negocios, aunque es bueno no es determinante, sino prepararlos para la vida. Ser buenos padres no requiere inteligencia cognoscitiva, educación cívica y aunque todo eso es necesario y bueno, ser padres de vanguardia, felices plenos, tiene que ver con ser protectores, modelos y criadores.

El estado puede pagar un salario para vestir o dar de comer a los hijos, pero hacer de ellos personas exitosas, no requiere dinero ni bienes materiales, sino riquezas emotivas, afectivas, morales e incluso espirituales.

Entre los muchos desafíos que asumimos como adultos, ser padres es el más emblemático, enigmático, misterioso, a veces no reconocido y en ocasiones mal pago, pero es la tarea más altruista, sublime,  honesta, integra y sana. Porque ser buenos padres no es una calamidad, sino una causalidad de verdadero afecto y amor, ser buenos padres, no es una oportunidad que nos da la vida, sino Dios mismo.