Represas en Santa Cruz: una obra que avanza pese a las protestas

Represas en Santa Cruz: una obra que avanza pese a las protestas

Invitados por IEASA (Integración Energética Argentina S.A., ex ENARSA), empresa estatal encargada de la ejecución de la obra cuyo contratista es la  UTE Represas Patagonia, conformada por las empresas China Gezhouba Group Company, Eletroingeniería S.A. e Hidrocuyo S.A., participamos de la presentación del proyecto a medios de prensa con posterior recorrido de las obras.

La actividad se inició con una charla y proyección de imágenes durante la cual además se dieron respuestas a las múltiples inquietudes presentadas por los periodistas acerca de las obras.

El encargado de realizar la primera exposición fue el director del proyecto, Ingeniero Fernando Zárate, quien hizo referencia inicialmente a las características de la cuenca del río Santa Cruz para luego dar paso al tratamiento de la obra propiamente dicha.

En el detalle de área hizo referencia a que se trata de la cuenca continental glaciaria más grande del planeta, con diversidad geológica y geomorfológica por intervención de esas masas de hielo en el pasado, fácilmente perceptible en las márgenes del río hasta donde se ubicará Cóndor Cliff, la primera de las presas visitada, e hizo mención a las coladas de basalto volcánico que se distinguen a ambos lados.

También detalló las características del estuario donde desemboca el curso de agua en el mar, con oscilaciones de hasta doce metros producto de las mareas, con biodiversidad singular en el área.

Al avanzar sobre los trabajos en la locación de Cóndor Cliff, señaló que las primeras obras se realizan fuera del río, y consisten en el armado de las presas mediante la acumulación y distribución de material de cantera, la preparación de las laderas donde se apoyará la construcción de hormigón y las tareas para el posterior desvío del cauce que permitirá realizar labores donde hoy está el curso de agua.

Al ser consultado sobre las intensas lluvias que se registran y las potenciales crecidas por ruptura del glaciar o deshielos y como fueron tenidas en cuenta, Zárate respondió lo siguiente: “La creciente de diseño está hecha para el máximo deshielo que podamos tener, maximizada por análisis matemáticos y estadísticos y sobre eso se pone la rotura más grande que pueda tener el brazo Rico, que es de 28,50 metros de carga, porque después escurriría por sobre la península de Magallanes. El vertedero está contemplado para 4.260 metros cúbicos por segundo aproximadamente, que sería la cifra que alcanzaría”.

Otro tema que fue cuestionado oportunamente y que pese a todo sigue generando dudas en muchos sectores es la incidencia sobre el lago Argentino y el Glaciar Perito Moreno.

“Con la cota máxima del agua de 178,90 metros del proyecto licitado significaba entrar al lago Argentino, estudiamos cuanto bajar esto para asegurarnos que los últimos seis u ocho kilómetros siga siendo río y el lago no sepa que hicimos una presa aguas abajo y el glaciar Perito Moreno tampoco porque estoy afuera del lago, afecto al río a varios kilómetros”, el coronamiento fue bajado 2,40 metros.

Consultado sobre la existencia de una batimetría completa del lago Argentino, la respuesta fue negativa, no disponen de ella, si de sectores específicos donde se quieren instalar estaciones cerca de la costa con fines específicos.

¿Y dónde está la cota cero? Otro tema sumamente cuestionado…

“Lo que hubo es un cambio del sistema nacional de referencia porque el IGN lo adaptó a lo que se usa en el mundo, cuando se hizo el ajuste (la variación de la influencia del cero es diferente hacia el Ecuador o en zona austral) ese cambio significa que lo que llamábamos 180 es 179,41. Como es una cosa relativa le cambio el nombre pero la física del agua no cambia porque yo cambio el número, el cambio del cero no afecta en absoluto nada de los cálculos del proyecto pero todavía no fue volcado al plano definitivo porque teníamos que cambiar miles de planos para atrás. Ha cambiado una convención que no tiene incidencia en la física”.

La demora en el llenado del embalse está asociada a la época del año en que se realice, atendiendo además al caudal ecológico variable cada mes del año que se debe dejar pasar. En aguas bajas se retiene poco y altas más, entre 400 y 1300 metros cúbicos por segundo aproximadamente según el momento, aunque se presume podría hacerse cuando haya mayor caudal y demandaría unos cinco meses.

¿Se puede afectar la captación de agua potable en las ciudades costeras en este proceso?

“Nuestro mantenimiento del régimen aguas abajo del río va a ser menos intenso como descenso que lo que naturalmente sucede. Si el histórico fue de 400 metros cúbicos por segundo nosotros vamos a dejar pasar 450 o 480, la salinidad en la zona del estuario no debería estar más exigida que en alguna época de aguas bajas”.

¿Cómo fue analizada la actividad sísmica de la zona al elaborar el proyecto?

“Eso está normado a nivel nacional e internacional, inclusive para presas, se analizan como eventos decamilenarios. En el pliego había una sismicidad determinada, un cierto coeficiente, pero fue agrandado en un 40 por ciento por un sismo ocurrido en Chile de gran escala, las presas están lejanas de la zona sísmica pero tienen un coeficiente de todas maneras”.

¿El llenado puede reactivar las fallas glaciotectónicas de los alrededores de Charles Fuhr debido al peso del agua?

“No vamos a hacer crecer el agua en esa zona, no vamos a hacer nada en particular, el río tiene un cañón muy importante limitado por márgenes más abruptas, si el río sube queda allí dentro. Aquí ha habido un paleolago anterior al lago Argentino y mucha de la geomorfología está dominada por ese gran evento y eso caracterizó las formas, si se mantuvo como canal, está en un cañón geomorfológicamente estructurado que se va a sostener. No obstante eso en todo el embalse vamos a estudiar las características de potenciales deslizamientos y sus efectos una vez que este la presa, las características iniciales nos dicen que no tendremos problemas pero estamos utilizando tecnología sofisticada para definir el efecto de estos posibles eventos”.

Los peces también tuvieron su momento de explicaciones.

“La escala de peces está ubicada en la margen derecha de la central de Cóndor Cliff, es un canal con una serie de piletas que se van intercalando entre sí, la apertura entre piletas produce un flujo rápido pega en la pared que sigue, recircula, los peces suben un tramo, descansan, suben otro tramo, porque bueno, es una subida de 58 metros, lo hacen en un tiempo. Es un sistema difundido para el manejo de la migración de los salmónidos, trajimos especialistas desde EEUU del rio Columbia para asesorarnos”.

Al referirse a las villas, lugar donde pernoctan los trabajadores y lo hicimos también nosotros durante la visita, Zárate explicó que se construyen para un número aproximado de unas 2700 personas cada una, son temporarias y al final de la obra se desmantelan, en la actualidad tiene unos 750 habitantes cada una de ellas.

En La Barrancosa las obras están más avanzadas, 17 metros de altura media y el futuro desvío del río excavado en una parte importante de su recorrido.

“Aquí otra de las cosas que se cambiaron para darle sostenibilidad ambiental a los proyectos es el régimen inicial, al río le entran 1.250 mts. cúbicos por segundo y en cualquier lugar que uno mida tiene lo mismo. Al poner la dos represas lo altero, el proyecto original tenía la central empuntada (despacha más caudal durante seis horas y lo llena en las 18 siguientes porque el consumo está en un momento determinado de picos para dar respuesta).

La Barrancosa estaba semi empuntada con cinco turbinas, las evaluaciones al cambiar la carga de agua hicieron que se retirara una de las seis de Cóndor Cliff y dos aquí y pasan a ser de base con el mismo caudal que entrega el lago Argentino”.

Aguas debajo de Cóndor Cliff hay un puente bailey de 175 metros que más allá del marco temporario de la obra hay conversaciones con Vialidad para que quede para operaciones en la región.

En cuanto a la navegación, al quedar el río interrumpido ya no se podrá realizar por continuidad, para la pesca la provincia es la encargada de regular el tema ambiental y de seguridad pero no podría ser cerca de las obras, y sobre las presas como atractivo turístico sería competencia provincial con opinión de los superficiarios, los embalses generan curiosidad y en algunos lugares se desarrolla velerismo, actividades deportivas, pero no hay nada fijado aún.

La suma de las dos obras alcanzaría el 4,5 por ciento de la energía del país, El Chocón por ejemplo genera menos energía, un 85 por ciento aproximadamente de lo que producirán Cóndor Cliff y Barrancosa. Otro dato importante es que la entrada en funcionamiento de las ocho centrales será escalonada, a partir de aproximadamente cinco años y medio y durante doce meses. El embalse más próximo a El Calafate inundará 24.000 hectáreas y La Barrancosa unas 20.000.

Argentina supo tener el 42 por ciento de su energía basada en la hidroelectricidad y en la actualidad ronda el 30, hubo un crecimiento de las energías térmicas que consumen gas, y otras nucleares. Nuestro mercado es mayormente térmico quemando recursos no renovables y con una vida útil acotada con respecto a la hidroeléctrica que se las usa para cubrir los picos de demanda, entran y salen rápido de servicio con respecto a las otras opciones.

“Tienen un 95,5 % de rendimiento, yo pongo cien y saco 95,5 en una térmica se saca el 30% de lo que se pone porque sufre una transformación, es menos eficiente”, acota Zárate.