Sin horizonte claro, AGUISAC analiza las consecuencias de la pandemia en la actividad

Sin horizonte claro, AGUISAC analiza las consecuencias de la pandemia en la actividad

Luego que en marzo se decidiera cerrar el Parque Nacional y cancelar la actividad turística, El Calafate pasó de lo que era una muy buena temporada a la incertidumbre que con el transcurrir de los meses se agudizó ante la falta de perspectivas reales hacia el futuro.

Y el futuro llegó: a un paso de lo que debiera ser el inicio de las actividades 20/21, todo sigue paralizado.

En diálogo con Carta Abierta, el presidente de la Asociación de Guías de Turismo Mariano Micheluzzi resume el panorama desde el comienzo de las restricciones hasta la fecha.

“En el mes de abril convocados por una Asociación de Guías de Villa Carlos Paz, Córdoba, nos sumamos a una red desde la cual se gestionó ante las autoridades correspondientes una ayuda económica para atender la situación de los colegas”, comenzó el diálogo.

No todos los profesionales pudieron acceder pero para muchos significó un paliativo importante en medio de la crisis.

“De todas maneras, nosotros no queremos ayudas, lo que anhelamos es trabajar, generar nuestro ingreso genuino como siempre lo hicimos, pero lo que vemos es un cuadro de incertidumbre, no se percibe reactivación, ojalá se dé pero se lo ve muy lejano", agregó.

El panorama no es alentador: aún se desconoce cuándo comenzarán a volar las compañías aéreas, algo que se había anunciado para el mes de setiembre y luego se informó que demandará hasta sesenta días definir una fecha concreta de reinicio de actividades.

“Esta situación, si se la mira desde el lado del potencial viajero, hace presumir que ante las marchas y contramarchas en las fechas, no se arriesgará a sacar pasajes hasta el inicio del próximo año con suerte, es un gran problema para esta temporada. Si bien la esperanza es lo último que se pierde, veo muy difícil que se puedan generar las condiciones apropiadas para la primavera/verano y eso va a repercutir en el próximo invierno”, acotó.

Los guías que desarrollan su actividad en El Calafate y que no hacen contra temporada en otros destinos, con lo que generan en la alta afrontan también sus gastos de la baja. Ante el panorama imperante en la actualidad ya se percibe que habrá consecuencias negativas en ese aspecto.

“Esto genera un gran temor en el sector –indica Micheluzzi- tenemos que empezar a convivir con el virus, no va a quedar otra. No sabemos cuándo podremos contar con la vacuna, tenemos que instrumentar y respetar los protocolos porque tenemos que trabajar, pero la realidad es que veo difícil cómo generar recursos para afrontar el próximo invierno”.

AGUISAC representa en la actualidad a más de ciento cincuenta guías, y cada uno de ellos representa al menos a una persona más si se lo mira desde lo económico y cómo afecta esta situación al sector.

“En total, dentro y fuera de la entidad, la cantidad de profesionales ronda los trescientos, es importante que se nos pueda escuchar, que se nos permita aportar desde nuestra mirada con la idea de sumar. El año pasado con la AAAVyT estábamos confrontados y hoy trabajamos codo a codo para tratar de salir de este problema”, concluyó.