¿Feliz Cumpleaños? - lectores

¿Feliz Cumpleaños? - lectores

Querido Secundario 46:

 

Hace poco cumpliste 12 años, ese día en el acto alguno no pudo evitar llorar. Esta vez no fue de emoción, sino a modo de desahogo y desazón. Es que hoy dueles desde el fondo del corazón.

Poco queda del colegio al que llegamos hace muchos años. Algunos rostros que aún resisten, pero ya con las energías cansadas, con tristeza, con impotencia, con dolor.

El primer día en pisar tus aulas, vimos estudiantes en los pasillos, riendo, con sus bellos uniformes, orgullosos de sus colores, con cara de disfrute, rebosantes de PERTENENCIA.

Los comentarios que se escuchaban desde otros lugares eran: los docentes hacen paro en otro cole pero aquí no, aquí vienen cada día, no faltan, y se quedan más horas de ser posible.

Nadie los obliga, no hace falta… allí querían estar, allí podían crecer.

Los pibes festejaban sus jornadas, cantaban, bailaban, amaban su colegio.

Nunca hubo tantas situaciones “de conducta” como ahora, ¿NO SERÁ UN MENSAJE?

¿NO SERÁ UNA ESPECIE DE SÍNTOMA? ¿NO TENDRÁ QUE HACERSE CARGO ALGUIEN DE QUE ESTÁ ROMPIENDO CON EL ALMA DEL COLEGIO?

Qué diferente fue tu cumpleaños, ya no hay banda, no hay obras de teatro, esas en las que docentes y estudiantes se presentaban y juntos brillaban, ya no se festeja, hoy se sufre.

Ya los chicos no son protagonistas. Ahora son vistos como un PELIGRO. según el discurso que la rectora dió en tu cumpleaños: “son mentes que deben ser disciplinadas para que forjen UNA personalidad”, como si ellos mismos no fueran parte de su destino, como si tan solo un adulto los tuviese que transformar porque por sí mismos no valen, o no tienen pensamientos valederos. ¡Cuánto adultocentrismo! ¿No será ese el verdadero peligro?

Y perdón si resulta chocante la comparación, pero los jóvenes en otros colegios son noticia a diario por sí solos, no hay un adulto hablando por ellos, sí acompañándolos claro, pero mientras aquí deben estar “calladitos”, en otro lugar hacen ruido, levantan ellos mismos el nombre de su colegio.

Tus paredes lloran, casi que no soportan el peso. El aire es denso cada día, el clima es de tensión constante, tus puertas son giratorias. Entra un docente, pasan dos días y empieza a darse cuenta… siente el fétido olor del/la ANULAMIENTO… de la tiranía, y se van.

Y el que se queda, ¿por qué será?

Tal vez apego, tal vez por la ilusión de que las cosas cambien. Esperamos una jubilación… no la nuestra, claro está. “¿Cuánto tiempo le queda?”, se escucha en los pasillos. Contamos los días como presos, festejamos un día raro y extraño de ausencia, en el que hablar con el compañero no es pecado, en el que reírse en el trabajo no es visto como vagancia, en fin, en

el que se puede respirar sin ser mal mirado.

También conservamos quizá la más loca esperanza de que alguien haga algo, que alguien llegue al colegio, NOS ESCUCHE y se dejen de joder con lo administrativo. CAUSAS sobran y LAS CONOCEN, saben de la boca y escritos de muchos colegas las mil cosas que UNA mujer nos hace padecer.

Se sabe de su violencia, se sabe de sus malos modos, de su rigidez, de su falta de empatía.

Si sos familia, seguro entraste al cole y te maltrató o te habló de mala manera.

Si sos docente, seguro te hostigó, dijiste algo que no le gustó, cuestionaste algo y al otro día tenías una sanción. Te sacó del aula para hacerte un acta, y así, después de que te maltrató y poner en esas actas lo que ella quería te obligó a volver al aula, no le importó tu estado, tu sufrimiento. Seguro pediste un artículo y te lo negó sin razón, seguramente te dio diez tareas más para que “te disciplines” y pienses bien antes de volver a hablar.

Y sin dudas seguro viste cómo su séquito sí recibe esos permisos, si obtiene artículos, no importa si llueve, si hay tardanza, si es para viajes, no importa para esos pocos si hay feriados de por medio, (los papelitos después se rompen y aquí nadie se enteró), etc., etc., etc. Todo eso que a vos te dicen que es tan estricto y “según la norma” se diluye para unos pocos que le dicen a todo que sí, que agachan la cabeza, y cuyas voces ya anuló.

QUÉ FLACO EL DISCURSO PARA LOS AMIGOS. Qué rápido se olvida de las mil legislaciones que dice tener en su cabeza y REZA SEGÚN SU CONVENIENCIA.

Las actas, “las reglas”, se usan para unos pocos, son ahora las herramientas para el ABUSO DE PODER, LA PERSECUCIÓN Y FINALMENTE LA EXPULSIÓN. Un “equipo pedagógico” que durante el año está al servicio de la persecución de docentes y auxiliares. Y que sólo a último momento cuando los números están en rojo salen a hacer UNA observación…

Algunos dirán, ¿qué importancia tiene?, arreglen sus problemas como adultos, para eso hay un lugar, etc. Pero, no estarían viendo lo peligroso que esto puede ser, no sólo porque es SU FUNCIÓN CUIDAR EL CLIMA DE TRABAJO, Sino también porque se pierde el foco del objetivo real de una institución, mientras SE OCUPA TIEMPO Y RECURSOS PARA LA PERSECUCIÓN DOCENTE, SE DESCUIDA LO PEDAGÓGICO, LOS NÚMEROS Y EL CLIMA INSTITUCIONAL HABLAN POR SÍ SOLOS.

Si sos estudiante, seguro pasaste por su oficina y te sermoneó, te acusó y te sancionó sin más. Seguramente en algún ingreso (o todos) te dijo: “shhhhhh, cállese”, o “usted, quédese quieto”, “no hablen, ahora hablo yo”. Seguro ya te hartaste de esos fríos discursos, vacíos de alma, de sentimientos y de razón.

HOY en tu casa, querido cole, se cuentan las horas para salir, se festeja un paro para no verla, para no escucharla decirte ¡lo poco que sos! Y aunque suene mal, es así.

Tal vez dirán: “¿No piensan en los chicos” o “¿Por qué no se van?”. Pues verán… no es tan sencillo.

Pensamos en los chicos. Hablamos y nos castigan, nos sancionan, nos denigran, nos rompen día a día. Y la verdad, también cuesta mucho dejar un lugar que antes elegimos y al que le dimos tanto amor y compromiso.

Y además, como si resultara tan fácil quedarse sin trabajo y conseguir otro, ¿no? Y por sobre todo, irse con dolor e impotencia porque NADIE HIZO NADA, PORQUE NO HAY LÍMITES PARA UN DIRECTIVO, ¿POR QUÉ ELLOS NO SON MIRADOS DÍA A DÍA EN SUS TRATOS?

¿POR QUÉ NOS TENEMOS QUE IR NOSOTROS SI ELLA ES LA TIRANA? ¿Por qué sabiendo de muchas cosas no se hace nada?

HOY entre tus muros que antes eran un cálido refugio, los estudiantes son sancionados casi a diario, a veces más de uno al día.

¿La sanción? Suspenderlos, otra cosa no saben hacer, no se puede hablar con ellos, no cabe reflexión de por medio, ¿para qué no? Si solo son “mentes que se deben disciplinar” 5 días, 10 días, 15 días de suspensión, sin posibilidad de acceder a sus clases, a los apoyos, a compensatorios, a NADA… y pensamos, tal vez sí, “se la mandaron”, cometieron un error, pero, ¿no hay otros modos? ¿Solo los directivos pueden disponer de cómo se resuelven las situaciones? ¿Hubo intervenciones preventivas?

La respuesta es NO, y que nadie se atreva a decir que hay otro modo, nada se lleva a debate, es un rotundo y sin sentido de UNA PERSONA. (Y avalada por otras 2) Los chicos pasan del salón directo a SU oficina donde entre 2 los “entrevistan” y desde allí salen sancionados.

Por otro lado, ¿la educación no es un derecho? ¿Parece que no! pues aquí ese derecho se está vulnerando una y otra vez y nadie puede hacer nada porque no escuchan.

Otro punto, ¿no es responsabilidad nuestra cuidar las trayectorias de los estudiantes?

¿No nos dicen siempre que cuidar al que está en riesgo pedagógico es el objetivo?

Entonces, ¿POR QUÉ LA RECTORA Y VICES DEJAN SIN POSIBILIDADES DE ESTUDIAR, DE RENDIR, DE IR AL APOYO A LOS ESTUDIANTES EN RIESGO PEDAGÓGICO? Resulta al menos CONTRADICTORIO ¿NO?

Y no se trata de que no haya límites, ni de que se deje todo sin una consecuencia, pero pueden haber miles de maneras, los límites también son desde el cuidado y desde la empatía, desde la responsabilidad. No son solo fachada, no son TEMOR.

El respeto de los estudiantes y de sus docentes SE DEBE CONSTRUIR.

Nunca una situación tiene autocrítica desde su lugar, o la intención de resolver algo, solo hay de su parte intención de exponer al otro, de hacer valer SU palabra, SU PODER. SOCAVAR CADA PENSAMIENTO CONTRARIO, CANSAR A LAS PERSONAS, Y SI SE VAN MEJOR. SE TRABAJA A DIARIO PARA ESO, PARA REVENTAR AL QUE NO HACE LO QUE UD QUIERE.

HOY querido cole, lamentablemente nadie quiere estar aquí, el que puede irse se va, y el que no, se queda en un letargo infinitivo, esperando una calma que nunca llega.

Una secretaría blindada, a puertas cerradas, donde se colocaron armarios a modo de paredón, cual fortaleza armada para que los reclamos no pasen…

Una oficina de preceptoría vacía, auxiliares docentes que fueron privados de su lugar de trabajo con el objetivo de que NO SE JUNTEN, DE QUE NO HABLEN, NO SE PUEDE ESTAR ENTRE MÁS DE DOS… ¿suena tétrico no? ¿donde vimos eso antes? ¿de qué hablaran si se juntan? ¿de los maltratos? ¿del mal clima institucional? De que no importa cuánto hagas, cuánto te esfuerces, cuánto des, todo va a estar mal a sus ojos, y si de casualidad te dijo una buena, al segundo la borra con otro hermoso comentario lleno de veneno que anula el primero.

Tu cumpleaños querido colegio fue una pantomima, el que sabe ver lo vió. Las caras cansadas, el disgusto en cada rincón, los cambios a último momento, las exigencias desmedidas, los destratos a auxiliares docentes, a los mismos chicos desde el discurso, situaciones que agotan y matan la disposición.

La conducta de los estudiantes ese día tan importante yyy todo terminó como a diario y perdón por la palabra, en “quilombo y sanciones”, en actas a docentes, en ausencia de autocrítica, todo lo que salió mal fue culpa de otro. Nunca fue responsabilidad de la que se ocupó de denigrarnos todo el año, de callarnos, de cansarnos, de anularnos…

Resistimos mi querido cole, pero NECESITAMOS AYUDA NECESITAMOS SER ESCUCHADOS NECESITAMOS QUE SE TOMEN CARTAS EN EL ASUNTO DESDE EL CONSEJO DE EDUCACIÓN.

¡MIREN! ESCUCHEN TODO LO QUE ESTÁ A LA VISTA.

¡NO SOMOS VAGOS!

NO NOS DA IGUAL NUESTRA TRABAJO,

ESTAMOS CANSADOS, ESTAMOS SIENDO MALTRATADOS, HUMILLADOS, DESCALIFICADOS, Y VIOLENTADOS.

Para finalizar, te saludamos con dolor e impotencia, extendiendo también el saludo a todos aquellos que hoy son maltratados, y te dejamos un deseo, queremos verte brillar nuevamente, queremos volver a ver estudiantes sonrientes, docentes contentos y dispuestos, queremos volver a ver tu arte y tu creatividad volar.