“Dejá las pilas”, acción de Calafate Natural y La Semilla Eco Proyectos
Comenzó a tomar forma la iniciativa tendiente a concientizar e instrumentar conductas responsables en el tratamiento de estos insumos altamente contaminantes.
El mensaje es claro por partida doble: el Dejar las pilas que se enuncia como lema movilizante tiende a orientar a los vecinos a efectuar un manejo comprometido con el medio ambiente tanto a la hora de deshacerse de estos elementos agotados por el uso y a la vez, atenuar su consumo en la medida de lo posible.
La medida tiene su sustento en una Ordenanza que fuera sancionada oportunamente en el Concejo Deliberante, merced al trabajo previo de personas y organizaciones de la localidad, entre ellas, Calafate Natural.
En esta instancia, y luego de una década de su entrada en vigencia, se asociaron con La Semilla Eco Proyectos, organización que ha marcado rumbos muy claros en el manejo de los residuos orgánicos mediante compostaje, el reciclado de botellas PET y su más reciente campaña de difusión para reemplazar el plástico de las bolsas de verdulería por las de tela y otras opciones más amigables con el ambiente.
Esta nueva iniciativa se llevará a cabo en articulación con el municipio, responsable final del tratamiento de todos los residuos de la ciudad. En ese aspecto, el trabajo previo con el legislativo constituyó el punto de partida del acompañamiento estatal.
“Hasta tanto exista la posibilidad de un reciclaje de los componentes de la pilas, la única opción es aislarlas para evitar la liberación de las sustancias tóxicas y contaminantes”, explica Liliana Frías, integrante de Calafate Natural.
El mecanismo que se pretende instrumentar tiende, en una primera acción, a preseleccionarlas en cuatro categorías: las comunes de un solo uso, las recargables, las denominadas “botón” que se utilizan en relojes, algunos juguetes y elementos lumínicos de cotillón, entre otros, y las baterías de celulares.
“Se depositarán en recipientes reciclados de PET de alta densidad junto a una mezcla desarrollada por el INTI que contiene cal, cemento y un secuestrante de iones. Una vez completado se deja cerrado con un pequeño orificio ya que las pilas liberan gases. Lamentablemente ese será el pasivo ambiental que vamos a tener que depositar en algún lugar seguro hasta que exista la tecnología que las recicle, pero por lo menos dejaremos de contaminar suelo y agua principalmente”, acota Frías.
El primer lugar donde se inició la acción y los vecinos podrán dejar las pilas es el Vivero Raíces del Sur, ubicado en pleno centro de avenida del Libertador, un punto estratégico al que luego se sumarán otras sedes de recolección.
“Estamos dando el puntapié inicial con la preparación de los recipientes con la mezcla, su identificación clara, esperamos que los vecinos adopten la costumbre de depositarlas en esos centros como se llevan las botellas plásticas a los canastos, y posteriormente el municipio los traslade a lugar seguro y reemplace el que se completó por otro”, concluye.
Para Carolina Rovtar, de La Semilla Eco Proyectos, esta iniciativa constituye un paso más en un camino constante y necesario de educación ambiental en el que vienen trabajando desde hace muchos años.
“Con Liliana hacemos acciones en conjunto desde hace tiempo, es de gran valor poder contar con una Licenciada en Ecología en la localidad para marcarnos el camino y de la cual haber aprendido mucho”, comienza el diálogo.
Rovtar destacó el esfuerzo realizado por Calafate Natural para gestionar y lograr la aprobación de la Ordenanza 1310 que habla sobre la concientización, el uso, la recolección de pilas y baterías usadas.
“Esa Ordenanza de 2010 establece que los vecinos deben llevar las pilas a determinados lugares de recolección y luego la Dirección de Medio Ambiente es la encargada de encapsularlas y acopiarlas para su disposición final. Es importante saber que existe la normativa y la tenemos que cumplir, educarnos, entender que no es una acción para reciclar, las estamos aislando, conteniendo para que no contaminen.
Comprender esto es súper importante, no existe en el país reciclado de pilas, necesitamos leyes de responsabilidades extendidas de los productores. Las grandes empresas nos venden pilas y después se transforman en residuos peligrosos que no cuentan con una disposición final. Debemos reflexionar: ya que no tiene reciclado, ¿por qué no comprar las recargables invirtiendo un poquito más y con una vida útil mucho más extensa? A la larga constituye un ahorro pese al costo inicial que puedan tener”, acota Carolina.
Pensar antes de consumir, analizar donde va a terminar ese residuo, ese es el mensaje educativo que se pretende brindar, independientemente de la acción en sí que acaba de comenzar.
“Ojalá que esos contenedores no se llenen de pilas, que los habitantes de El Calafate piensen que va a terminar como residuo peligroso y elijan la mejor opción de compra para el ambiente y nuestra propia salud. Y si ya lo tengo y hay que desprenderse de él, tratar de hacerlo de manera consciente y correcta en estos contenedores, los invitamos a sumarnos a esta acción educativa”, concluye Rovtar.
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