Obesidad Infantil, una cuestión de derechos

Obesidad Infantil, una cuestión de derechos

 

 

 

 

 

Por Lic. Daniela Fernández

Nutricionista materno infantil MP LN 141

Centro Médico Sabio

Según el último informe de la ENNYS 2019,  el 41,1% de los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años tiene sobrepeso y obesidad en Argentina; esto aumenta el riesgo de tener problemas de salud.

Hoy en día se están viendo de forma temprana enfermedades crónicas en niños, no trasmisibles, como ser la Diabetes, hígado graso e hipertensión, enfermedades que atribuíamos a los adultos pero que tristemente tratamos a diario y con más frecuencia en las consultas.

Sabemos que la causa es multifactorial y no podemos ignorar que estamos atravesando un momento difícil a nivel socioeconómico en el país; según informes de UNICEF 2023, en Argentina el 71% de los niños consumieron menos carne, el 57% menos frutas y verduras y el 54% menos lácteos en 2022, debido a la falta de recursos económicos.

Esto genera que la alimentación se incline hacia el consumo de ultra procesados más económicos y alimentos ricos en hidratos como harinas refinadas.

Por otro lado, los lugares donde permanecen los niños largas horas al día como es el colegio, no presentan estrategias de entornos escolares saludables como propone la ley 27.642 de promoción de alimentación saludable.

Sin ir más lejos, en los quioscos y comedores actualmente se siguen ofreciendo alimentos con octágonos, los cuales ya sabemos que identifican a los víveres con un alto aporte de nutrientes críticos como sodio, energía, azúcares, grasas saturadas, etc.

Sumado a la avalancha de publicidades no reguladas de ultraprocesados a las que los niños están expuestos a diario, genera que la elección no sea totalmente consciente.

Los últimos estudios del Instituto Universitario CEMIC también demostraron que la exposición a las publicidades de alimentos afecta las elecciones y promueve el desarrollo de hábitos alimentarios poco saludables en niños y en adultos.

Se analizaron 220 horas de programación, identificándose un total de 484 publicidades donde el 55% de los alimentos superó el límite de energía, el 56% el de azúcares totales, el 57% el de grasas saturadas y el 20% el de sodio, estas mismas publicidades también utilizaban estrategias de marketing como dibujos animados, personajes de tv y fútbol para llamar la atención de los niños y niñas, maniobra actualmente prohibida según la ley antes mencionada.

La realidad es que la prevención de la obesidad infantil es una responsabilidad colectiva, pero podemos empezar por casa modificando pequeños hábitos que ayuden y eduquen a las futuras generaciones para evitar que este problema de salud siga creciendo.

¿Qué podemos hacer desde casa? 

●             Promover con el ejemplo siempre, no podemos pretender que los niños coman algo que los adultos no, esto quiere decir que todos debemos acompañar en el cambio de hábitos.

●             Involucrar a los chicos en las elecciones alimentarias, ya sea la preparación o la compra de alimentos, esto ayuda a mejorar la aceptación a aquellos que rechazan.

●             Si contamos con algún espacio para realizar una pequeña huerta en el jardín o en cajones dentro de casa, podemos sembrar alimentos como lechuga, espinaca, acelga, zanahoria, kale, alimentos que crecen durante todo el año.

●             Regular el tiempo que los chicos permanecen frente a pantallas, no solo para prevenir que estén expuestos a publicidades de alimentos sino también para favorecer la actividad física.

●             Disfrutar de la naturaleza, vivimos en una ciudad donde tenemos al alcance lugares hermosos para salir a pasear y despejarse en familia, promover la actividad física al aire libre.

●             La hidratación es fundamental, ofrecer agua potable siempre, incentivar a los chicos a llevar su propia botella de agua a sus actividades y escuela.

crédito imagen: www.gob.mx