TEATRO: Úteros, para deconstruirse de la risa
Vicky Grigera llega al Centro Cultural con su espectáculo unipersonal a la gorra este domingo 28 de agosto a las 20 horas y lo anticipa (sin spoilear) en esta nota.
Parece divertida aún antes de subir a escena, se ríe varias veces en el transcurso del reportaje y no para de realizar acotaciones y reflexiones que nos orientan a entender de qué va el unipersonal.
“Es la cuarta vez que vengo a Santa Cruz, es un reencuentro”, expresa antes de responder a la primera consulta: ¿de qué hay que deconstruirse?
“Uff ¡tantas cosas!... hay muchos cambios de paradigma, lo que naturalizábamos ya no suena tan bien: que alguien te apure porque no tenés hijos, que la tía te diga ¿para cuándo? Que el hombre tenga que ser un homo erectus, proveedor, son cosas que hacen mucho ruido y generan contradicciones entre los que nos criamos a la vieja usanza, nos vamos deconstruyendo pero en dosis”, explica y sonríe.
- ¿Es el humor una herramienta que ayuda en este proceso?
“Absolutamente, en todos los temas de la vida el humor ayuda, en este espectáculo se plantea a través de cuatro personajes, cuatro úteras distintas, mujeres que conocemos, y en el final un epílogo de reflexión personal y catarsis sobre estos tiempos”, acota.
- ¿El público está permeable a este proceso de deconstrucción o percibís “ruidos” en la comunicación?
“Soy una prejuiciosa, yo creí que iba a tener un público de mujeres, que vendrían en grupos de amigas y no me pasó eso, vienen muchas parejas, muchos hombres y son los que más se ríen, lo que modificó todos mis pronósticos”, detalla.
Grigera cree que esto sucede porque los textos tiene un giño muy explícito referente a que los mandatos patriarcales son tan pesados para las mujeres como para los varones.
- Muchas veces en el abordaje del tema se plantea a la mujer como víctima y al hombre como victimario, pero por lo que decís no está resuelto así en la obra.
“Todos somos víctimas de una situación arcaica que viene de siglos, que podía estar bien para nuestros bisabuelos. Sin spoilear, yo hago un análisis en el epílogo sobre lo triste que fue que nos eduquen para achicarnos y entrar en un zapatito de cristal pero también el mandato y la exigencia al príncipe azul que es un humano más pero se le está pidiendo un montón de cosas, ahí me termino de ganar la empatía de todos los géneros” reflexiona y ríe de manera natural.
Para la actriz ese tipo de educación no tuvo motivaciones malvadas sino que la humanidad evolucionó y así como se lavaba la ropa en el río y parecía normal, ahora a la gran mayoría no se les ocurriría.
“¡Para qué si podemos meterla en un lavarropa! Creo que eso fue lo que pasó con los derechos, las costumbres y un montón de otras cosas sociológicas y culturales que exceden a un espectáculo de humor, pero claramente no fue por maldad”.
Grigera se considera una persona muy inquieta que siempre se está haciendo preguntas sobre lo establecido y lo traslada a sus espectáculos.
“Yo siempre digo que es mi visión, por allí existe gente más polarizada que cree que el príncipe azul no es ninguna víctima y que se joda, que el machirulo azul se joda”, concluye entre risas.
“Úteros” llega a El Calafate este domingo luego de dos presentaciones en la capital provincial y Río Turbio, es a la gorra por lo que el tema económico no constituirá un impedimento para acercarse y pasar un momento divertido y a la vez, reflexivo sobre una agenda sumamente vigente en la actualidad.
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