San Valentín: La teoría de los cinco corazones

por Gael Goyanes

El día de los enamorados es una de las fechas más importantes del año comparable con Halloween o Navidad, cada 14 de febrero el mundo se vuelve otro. El amor se siente en las brisas del viento, en el calor del sol y hasta en copos de nieve para quienes viven en el hemisferio norte.

Pensarán que un adolescente de 15 años tiene poco para hablar sobre el tema por su corta edad y escasa experiencia, pero soy un joven que observa mucho, presta atención a su alrededor y a sí mismo, por lo que llegué a algunas conclusiones sobre este día a las que denominé “teoría de los 5 corazones”.

Aviso de total importancia: no es obligatorio que se cumplan las normas tal y como aquí se describen, sino más bien, el concepto que estas buscan ejemplificar.

Corazón Rosa: es la persona cuyo corazón late al unísono con el de alguien más, pasa la fecha escuchando a Michael Bolton, las canciones más románticas de Montaner y Luis Miguel, mira películas como “Cuando Harry conoció a Sally” o “Cartas a Julieta”, se gasta su plata en algún regalo especial para aquella persona y ve el mundo con felicidad y color. Es muy fácil reconocerles, su sonrisa se diferencia a la distancia y muy posiblemente pasen gran tiempo del día acompañados. 

Corazón Azul: pasa el día sufriendo, no por alguien en particular, más bien por la sensación de que la soledad aumenta en esta festividad y suele pasarle lo mismo en otras. Busca algún amigo libre para llenar un poco ese vacío y mira con dolor a las parejas que se cruza, siente que si la vida es una película él sería un personaje secundario.

Esta categoría no enciende la televisión porque sabe que lo que vea no va a hacer más que dañarlo, en el mejor de los casos mira “Blue Valentine” o “La La Land”. En cuanto a música son de escuchar mezclas de canciones de amor y desamor, como puede ser Morat. No los ves por la calle y si es así es con una sonrisa a medias, más por educación que por alegría. Su mundo se ve nublado mas no llueve.

Corazón rojo: son seres que esta fecha les da igual, no la sufren, pero no tienen con quien pasarla. Disfrutan el tiempo consigo mismos y suelen pasar el día acompañando a los corazones azules, motivándolos para que cambien su color. Escuchan la misma música que todos los demás días del año y miran películas de comedia como “Tonto y Retonto” o quizás de ciencia ficción, “Star Wars”, alguna de Marvel, etc. Su mundo es iluminado pero nocturno.

A partir de aquí se pueden sacar muchas ramas, quien sale a conquistar, quien solo busca divertirse, quien no sale, etc. Pero la idea en sí está clara.

Corazón negro: podemos describir a estas personas como aquellas que odian San Valentín, mas no por una sensación de soledad ni por el dolor de una perdida. Se podría decir que son arománticos y miran a las parejas enamoradas con cierto desprecio, le parecen ridículos cuando pasan un límite. Escucha rock pesado y mira películas como “Whiplash” o demás dignas del Oscar. Su mundo es una tormenta eléctrica.

Corazón Roto: Este no tiene color alguno, es aquel que sufre cada 14 de febrero pensando en una persona en particular a la que extrañan. Si salen lo hacen tristes, deprimidos, buscan el consuelo que no encuentran en sus hogares. Escuchan canciones de desamor como “Tengo roto el corazón” de David Bisbal o “Recuerdos, Tristeza y Soledad” de Marco Antonio Solís, además de aquellas canciones románticas que le había dedicado a esa persona o viceversa. Mira películas como “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” o “(500) Days Of Summer”. Su mundo es lluvioso a cántaros.

¿Te sentís identificado con alguna de estas opciones? si es así dejanos tu comentario en la publicación que subimos a @cartaabiertacalafate sobre el tema.