La Coirón Patagónica: modo espera en Trevelin

La Coirón Patagónica: modo espera en Trevelin

El proyecto cultural (y de elección de vida) de Matías Coñuecar Miranda y Daniela Calisto se vio interrumpido como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

Barajar y dar de nuevo.

Eligieron vivir en movimiento pocos días antes de que el mundo se paralizara. Los sueños no se abandonan, se adecúan a la circunstancia y se aguarda a que las cosas vayan recuperando su inercia habitual.

Mientras tanto, un vivo por Facebook (cerca de 1200 reproducciones) para acercar su música mantiene el vínculo con sus amigos y seguidores, nuevas vinculaciones que surgieron a la vera del camino en los pocos kilómetros recorridos desde su partida de El Calafate.

Daniela montó la escenografía en una hostería, delante de un ventanal que permitía apreciar el típico paisaje patagónico de montaña, desde el atardecer hasta que llegó la noche.

Mati, como ya es su costumbre, sentado frente al micrófono rodeado de instrumentos que uno a uno iban pasando por sus manos, recreando melodías intercaladas con sus palabras.

La cuarentena obligada al vedarse el tránsito de personas hizo que se debieran alterar los planes, de una visita de pocos días a la zona para saludar familiares, a tener que alquilar una chacra a 10 kilómetros de la ciudad a la espera de poder seguir el viaje.

“Llegamos el 14 de marzo a Esquel, estuvimos en lo de unos tíos unos días y la situación nos obligó a buscar alquiler”, señala Matías.

“Hicimos un mes dentro de Santa Cruz, recopilando información, contactos, conociendo y dándonos a conocer, vendimos todo antes de salir, elegimos un modo de vida en movimiento que por la pandemia inesperada genera momentos de bajón, decís mirá que loco, lo que decidimos y lo que pasa”, agrega Daniela.

Este parate estaba pensado para muchos kilómetros más adelante, en alguna playa, pero resultó ahora y se utiliza para replanificar el proyecto.

“Nuestra idea es que sea un proyecto de intercambio cultural, de difusión y promoción, pero que al mismo tiempo nos permita generar ingresos, que sea un modo de vida para nosotros. Tendremos que reescribirlo, modificar cosas, pensar alternativas distintas, que puede funcionar y que no”, explica Daniela.

En cada localidad visitada se acercaban al área de cultura para vincularse con los referentes locales, interactuar con ellos.

“Es muy enriquecedor, conocimos mucha gente, quedamos deslumbrados por la calidad artística, aprendemos muchísimo y nos recibieron muy bien”, enfatizan.

Para recorrer diez localidades demoraron un mes entero, tanta hospitalidad fue dilatando las partidas.

“Hasta pensamos un slogan, si visitás Santa Cruz quédate un día más, toda la gente nos decía, che pero quédate un día más y así nos fuimos demorando”, cuenta y se ríe Matías.

Uno de los objetivos del viaje es promover el arte estepario, pero, ¿Qué es?

“Es una definición que nosotros estamos pensando, que es para nosotros, como se vincula el arte con el turismo que en la mayoría de los casos están por separado, a veces hasta se ignoran. Estamos encontrando cosas muy interesantes para trabajar, somos promotores del arte y la cultura pero no solo de El Calafate, de toda la provincia, deseamos que trascienda tanto el arte como lo paisajístico”, reflexionan.

También hubo tiempo para componer, Matías está abordando ideas, avanzando en proyectos para iniciar una nueva etapa musical como solista, algo que viene posponiendo desde hace un tiempo.

“Un poco por inseguridad, otro poco por vergüenza, por establecer otras prioridades. Pero ahora estoy trabajando mucho en eso, pensando el material que voy a estar haciendo solo, contando historias, viejas actividades que habían quedado congeladas en algún momento, y que ahora pueden desarrollarse, al igual que otras nuevas”, explica Matías.

En esa búsqueda surgen nuevos estilos, por ejemplo, está componiendo un bolero con una historia de amor que sucede durante la fiesta del lago, o encuentra un ritmo como el kaani fiesta de canto y baile tehuelche que le gusta pero en el cual no ha profundizado demasiado.

Una vez que se levante la cuarentena el viaje sigue, el próximo destino será Neuquén, y por qué no, si se flexibilizan las fronteras, llegar a Chiloé.

En su despedida de amigos y seguidores, ambos agradecieron el acompañamiento durante el show por Facebook.

“Es una etapa muy nueva, con mayor exposición pública, no es tan fácil como pensaba pero es algo que me está gustando lo disfruto mucho, gracias por hacer el aguante y por compartirlo”, concluyó Matías.