COVID-19 y olfato: El nuevo valor de un sentido olvidado

COVID-19 y olfato: El nuevo valor de un sentido olvidado

El olfato, al cual muchos no le daban la importancia que corresponde, olvidado para algunos, inconsciente en otros, es el que nos advierte de los peligros, nos indica el estado de nuestro bebé el que por su olor nos genera una dependencia llena de amor.

Es el sentido que nos permite degustar de una buena bebida o comida, nos lleva a través de los olores a recordar momentos y personas que fueron y son parte de nuestras vidas. Eso es el olfato, el sentido de la percepción de los olores, que actualmente por esta pandemia a causa de un virus que antes no conocíamos llamado SARS Cov2, o sencillamente COVID-19, cobró la importancia que siempre debió tener.

El virus procedente de la provincia de Wuhan, China, en diciembre del 2019, hizo que esa percepción de los olores y el gusto se vean alteradas, patología que se conoce como ANOSMIA Y AGEUSIA.

Esto se pudo conocer luego de muchas investigaciones y estadísticas y partir de ahí la perdida de estos dos sentidos comenzó a tener relevancia y a ser investigado y tenido en cuenta desde otra perspectiva, asociado a la enfermedad.

Un grupo de médicos independientes de la República Argentina especialistas en otorrinolaringología, nos unimos para estudiar el olfato con mayor profundidad y conducir una investigación para recabar evidencias clínicas y reportar casos de anosmia y ageusias, relacionadas con este virus.

Junto con el equipo del Consejo Nacional de  Investigación de Ciencias y Tecnología de la Argentina (CONICET) se elaboró un cuestionario y un test de olfato para que el paciente pueda desarrollarlo vía on line.

A partir de su consentimiento y con el resguardo confidencial de todos aquellos datos que suministre y los de su propia identidad, se recaba información necesaria para poder evaluar con efectividad, eficacia y eficiencia, y llevar de esa manera una respuesta adecuada en los cuidados de la salud.

Con esta herramienta se puede identificar de manera precoz a los individuos que presentan alteraciones del olfato; el test se basa en oler cinco sustancias que forman parte de nuestra cultura como, por ejemplo, orégano, ajo y vainilla, elementos que solemos tener en casa. El paso siguiente es calificar en base a una numeración la intensidad de percepción de esos olores.

Se puede acceder a ese cuestionario vía on line o en la página www.roa.com.ar, a través de los códigos QR que fueron difundidos por redes sociales y en nuestra web; de esta forma, nos permite  poder incluirlos dentro de un entrenamiento olfatorio para de esa manera disminuir las secuelas.

La importancia del olfato

El olfato, para que nos demos una idea, ya tenía enorme importancia desde los inicios ancestrales. El ser vivo se atraía por el olor, caminaba con su nariz pegada al suelo ya que a través de ella detectaba donde encontrar alimentos, saber si estaba en peligro o encontrar a su pareja. A medida que pasó el tiempo su nariz se fue alejando del suelo y comenzaron a predominar otros sentidos como la visión y la audición, y el olfato pasó a un segundo plano.

Este sentido comienza a desarrollarse en la cuarta semana de vida intrauterina, allí él bebe ya comienza a percibir los olores de su mamá, y es por eso que al momento de nacer lo primero que hace es, por medio de su olfato, buscar la teta de ella porque sabe que es la persona que le dará su alimento, protección, cuidado y amor.

A su vez la madre siente una atracción irresistible por el olor de su bebé, lo que le genera un aumento de las hormonas como la dopamina que hacen que esa unión sea cada vez más fuerte; también puede detectar si su hijo está limpio y sano ya que gracias al olfato de la mamá se puede prevenir la Aceticetonuria.

Esta enfermedad producida por la falta de una enzima en él bebe (la fenilcetonuria), su mama la puede descubrir mediante su olfato ya que el pequeño elimina un olor muy característico por su aliento y piel, y merced a ello, se la puede tratar sin mayores consecuencias.

Asimismo actúa en otros aspectos importantes de nuestras vidas como la alimentación, si no degustamos lo que comemos aumentamos la sal o el azúcar y eso nos genera otro tipo de enfermedades.

Interviene en nuestras relaciones sociales, en la elección de la pareja donde el olor del ser amado es lo que nos atrae, ya que la pareja que elegimos elimina unas sustancias que se denominan ferohormonas que son particulares de cada ser humano y nos hace únicos.

El olfato es el que nos permite saber si estamos en peligro, ya sea por el olor que genera una pérdida de gas, un incendio o una comida en mal estado. Es nuestro aliado cuando olemos pasto mojado, el perfume de una flor, una comida que nos hacían nuestras abuelas; es el que nos remite a los recuerdos de situaciones que quedaron grabadas en nuestra memoria y generan diversas emociones en nosotros, tal vez de felicidad, añoranza, tristeza.

Este sentido sensorial con el tiempo se va perdiendo, lo que conocemos como Persbiosmia, pero también se detectó que en paciente de 65 a 80 años con patologías neurodegenerativas, como Parkinson, Alzheimer, accidente cerebro vascular, pueden provocar también este trastorno.

¿Cómo funciona el olfato?

En el techo de la cavidad nasal tenemos unos pequeños cilios, tienen receptores que captan los olores, que son sustancias químicas (Nervio olfatorio-primer par craneal). Luego esos cilios que son terminaciones nerviosas transforman ese estimulo químico en estimulo eléctrico, se conectan con el bulbo olfatorio, ubicado en el piso de la cavidad craneal debajo del lóbulo frontal, y de allí parte la vía olfatoria que va a transportar ese estímulo a la región del hipocampo donde se encuentran nuestros recuerdos, y luego al lóbulo frontal para hacer consciente el olor. En este sentido también interviene otro nervio denominado trigémino el cual está íntimamente relacionado con el sabor de las comidas, ya que él es el que le da al individuo las características de lo que está comiendo: la textura, temperatura, consistencia y el sabor de la comida, ya que está el 80% relacionado con el olfato el 20 % depende del gusto determinado por las papilas gustativas.

Estas últimas se encuentran en la lengua y solo distinguen lo dulce, amargo, salado, picante, y un quinto nuevo sabor llamado Umami donde Umai significa delicioso y mi (sabor), palabra derivada del japonés que se utiliza para denominar a un alimento de sabor delicioso, pronunciado o muy intenso.

“Hay en el perfume una fuerza de persuasión más fuerte que las palabras, el destello de las miradas, los sentimientos y la voluntad. La fuerza de persuasión del perfume no se puede contrarrestar, nos une como el aire invade a nuestros pulmones, nos llena, nos satura, no existe ningún remedio contra ella”, palabras de Patrick Süskind (escritor y guionista de cine alemán, autor de Perfume: la historia de un asesino).

     

 

 

 

 

 

 

 

 

DRA MARCELA ABDELNUR

 JEFA DE SERVICIO DE ORL

                                         HOSPITAL SAMIC-EL CALAFATE

                                                  MP2094-MN167511