¿Cómo está tu niño de la vista?
Este viernes 14 de octubre se realiza en el Centro Médico Sabio la Campaña iberoamericana de la prevención de la Ambliopía, es gratuita y se evaluará a chicos desde los 4 a los 14 años.
En diálogo con Carta Abierta la Oftalmóloga Carolina Bartizzaghi detalló que se trata de un examen muy corto en el que se detecta en los niños su agudeza visual sin corrección y con corrección en el caso que utilicen anteojos.
“Convocamos a las familias ya que la infancia es la etapa donde se desarrolla la visión. Cuando hay una falta de desarrollo visual en uno o ambos ojos, ya sea por necesidad de lentes y que el niño no los esté usando o por enfermedades como el estrabismo, catarata congénita, párpado caído, etc. si no se tratan en esta etapa de sus vidas luego se transforma en un problema irreversible, de allí la importancia de los controles” señala la profesional.
El Centro Médico Sabio es el único consultorio de toda la provincia de Santa Cruz que figura inscripto en esta campaña iberoamericana, de acuerdo a la base de datos que se publica en el sitio de referencia.
Bartizzaghi destaca asimismo que el propio sistema de salud y en los colegios muchas veces se realiza este tipo de controles o son los mismos pediatras lo que solicitan la derivación.
“A veces lo que faltan son especialistas en estas zonas, pero sí está en la agenda sanitaria el control visual de los niños”, agrega.
La realidad indica que hoy por hoy los chicos están más vulnerables y expuestos a problemas visuales por el uso de pantallas, celulares, computadoras y entonces eso también es un llamado de atención que preocupa a los padres y buscan la consulta para controles.
“El niño es muy adaptable y a veces lo que ve lo considera como normal incluso si su visión no es buena, no percibe que está viendo mal porque para él esa es su realidad. En otras ocasiones existe falta de interés en la escuela o trastornos de aprendizaje y eso no es por problemas cognitivos sino un problema de visión que le dificulta las tareas escolares”, subraya.
Independientemente de las herramientas con las que cuentan los profesionales para poder realizar un diagnóstico efectivo, como familia debemos estar atentos a las situaciones que podrían ayudar a una aproximación al problema.
“Hay síntomas que nos tienen que llamar la atención como por ejemplo si el niño desvía alguno de sus ojos, si inclina la cabeza cuando juega o escribe, si se acerca mucho a las pantallas o al pizarrón, si los ojos al leer se ponen rojos, si se los friega o parpadea con frecuencia, o si manifiesta dolor de cabeza luego de realizar sus actividades escolares o de entretenimiento. Esas son señales de alarma para algún control extra a los habituales que se le pudieran realizar”, concluye Bartizzaghi.
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