Preocupación en el barrio Las Piedras por desbordes cloacales
Vecinos de la calle Laura Álvarez al 400 son víctimas de una situación que se reitera periódicamente y afecta su salud y bienes.
Este miércoles por la mañana el tramo de tierra de la mencionada arteria próxima al arroyo Calafate se volvió a cubrir de aguas servidas.
Un llamado de urgencia a SPSE y la llegada del equipo de la empresa para destapar la alcantarilla atenuó el impacto del derrame, pero la solución de fondo al tema aún no aparece.
Ya en la madrugada del domingo y sin tiempos para un alerta inmediato se registró la misma situación, pero las consecuencias fueron mayores al encontrar a los vecinos durmiendo.
“No es de ahora, hace varios años que sucede esto, mi casa se inundó y se acumularon más de veinte centímetros de aguas servidas, tuvimos que tirar ocho colchones, sillones y varias pertenencias que quedaron inutilizadas y sobre las cuales la empresa nunca nos dio respuesta pese a las promesas de resarcimiento efectuadas”, dice una de las señoras afectadas al momento de mostrar fotografías de cómo quedó el interior de su hogar al que tuvo que readecuar y pintar.
La propietaria aún conserva los recibos de los colchones adquiridos en esa ocasión a la espera de la ayuda económica prometida que nunca llega, incluso guarda un pequeño papel donde se inscribe el nombre del responsable de SPSE de ese entonces y su número de teléfono.
“Ahora me volví a acercar a la empresa para pedir una solución, el gerente me recibió de muy buena manera, pero aparentemente deberían realizar un trabajo definitivo a pocas cuadras del lugar que por el momento no se realiza por algún tipo de conflicto con el municipio al respecto”, añade Alicia.
Otras vecinas que nos acompañaron a la recorrida para testimoniar su preocupación dieron cuenta de los malos olores que se registran y cómo puede afectar esta contaminación a la salud de las familias.
“He tenido mucho dolor de cabeza, no sé si será atribuible a esta situación o no, pero no suele pasarme habitualmente, convivir con estas emanaciones es poco saludable”, acota una de ellas.
A esto se suma que con el tránsito de personas por la zona se traslada en el calzado materia orgánica con la que luego ingresan a sus casas y multiplican la contaminación.
Otros temas preocupantes son el contacto de los niños y perros con las aguas servidas que pueden originar enfermedades transmisibles a otros miembros de las familias y que cuando el desborde es mayor incluso se vierte en el curso del arroyo Calafate.
Un remisero que habita en uno de los departamentos afectados por el agua nos hizo pasar a la construcción para mostrarnos la rejilla por donde desbordó el líquido que ingresó en su habitación.
“Si es necesario juntar firmas para que arreglen esto sin duda lo haremos”, concluyó.
imágenes de desbordes anteriores
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