Bebidas de Pulperías
En todo nuestro territorio y principalmente en la provincia de Buenos Aires encontramos estos templos de la cultura gauchesca donde no se necesita un mástil con la bandera Argentina para darte cuenta que estás en tu país.
Miles de objetos en sus viejas estanterías, una barra desgastada por el codo de algunos paisanos seguramente apurando un vaso de vino carlón y mesas con un mazo de cartas acompañado de viejos porotos, y seguramente algún recuerdo de la época gloriosa de nuestros trenes delaten la edad de estos, para algunos, clubes sociales antes que existieran.
En las pulperías o almacenes de ramos generales encontrabas todo lo necesario para abastecerse y llenar las viejas alacenas del algún casco de estancia. También era el lugar para recibir la correspondencia y donde los puesteros de campo que lo visitaban, entre otras cosas, se enteraban de la últimas novedades de la zona, siempre acompañando la charla con la infaltable picada de embutidos caseros y regado por un vaso de vino, cerveza, vermut, ginebra o alguna caña.
Nos vamos a detener en esta última bebida, “La Caña”. Pero, ¿qué es esta bebida?¿ a base de que está hecha?
Muy conocida entre la cultura popular Argentina, pero con poca información específica, básicamente es una bebida de entre 35° y 55° de graduación alcohólica obtenida a partir de la fermentación de melaza o miel de la caña de azúcar o de alguna otra fruta y luego destilada. Muchas veces puede tener agregado de algunos gramos por litro de azúcar o miel de caña.
Voy a citar algunas marcas famosas y agregar, por supuesto, en qué la podemos emplear más allá de, simplemente, beberlas.
Legui es el licor fino más tradicional de la Argentina, con 29,9° de alcohol producido en la Provincia de San Juan a través de la extracción de la caña de azúcar y a base de hierbas aromáticas. Su nombre es dedicado al famoso jockey Irineo Leguizamo quien con su sobresaliente destreza hípica y su prolongada trayectoria ganó más de 3200 carreras en la República Argentina y triunfó en 32 Premios Internacionales. La manera más tradicional de consumirlo es beberlo solo y frío después de una comida, o para colocarle ese toque alcohólico a una torta borracha.
Caña Ombú Padilla es un destilado simple, con 34,5° de alcohol de sabor seco y es la más utilizada para para realizar la tradicional caña con ruda. Se elabora el 1° de Julio y se bebe el 1° de agosto, preparado de forma muy sencilla: se coloca ruda macho dentro de la botella de Caña Ombú y se lo deja macerando durante todo el mes. La tradición dice que hay que tomar tres tragos de caña con ruda en ayunas.
Esta práctica se origina en el litoral argentino en tiempos ancestrales. Los pueblos originarios observaron durante años que en el mes de agosto se producían grandes lluvias que junto al frío estacional, provocaban enfermedades epidemiológicas que llegaban incluso a diezmar las aldeas. Los nativos para combatir los males recurrían a sus chamanes que elaboraron un remedio consistente en mezclar hierbas con licores, del cual debía beberse un trago al comenzar la estación de las lluvias.
Caña de Durazno Padilla, es otra bebida bastante famosa con 15° de alcohol, y de sabor más dulce. Su base es un alcohol simple de caña de azúcar luego destilado con duraznos y edulcorado con melaza de caña de azúcar.
Otras marcas o etiquetas reconocidas pueden ser Cubana Sello Verde y Cubana Sello Rojo, ambos Padilla, Caña Quemada Quemaita, Caña Palanca y caña de Durazno San Vicente.
En general estas bebidas son un poco duras al paladar, es mejor siempre beberlas bien frías o rebajadas con soda y al que le guste, se puede agregar un poco de cualquier Vermut rosso para alivianarlo. Es un aperitivo excelente.
Muchos peones de campo lo beben en la mañana temprano para ganar fuerzas y comenzar una dura jornada laboral.
Si lo hacen por algo debe ser, ¡¡¡SALUD!!!
foto: Pulperia La Esquina de Merti - San Antonio de Areco
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