Nuevas expectativas para viejas frustraciones

Nuevas expectativas para viejas frustraciones

Atrás quedaron los comicios que determinaron una nueva conducción en el gobierno provincial y una representación legislativa acorde a las propuestas presentadas y la voluntad  de los ciudadanos en las urnas.

Independientemente de los nombres, lo importante ahora es saber de qué manera se instrumentarán las políticas que reviertan tanto malestar y desesperanza reinante, con la mirada puesta en un futuro que se desea mejor pero que se construirá en un contexto sumamente dificultoso.

Las palabras tendrán que dar paso a las acciones, los debates quedarán supeditados a la legislatura donde se deberá poner el foco para plantear los marcos legales que permitan sustentar un destino de provincia acorde a sus potencialidades, con el habitante como eje transformador de la realidad mediante la participación activa en el lugar que ocupe y a la vez, destinatario excluyente de lo actuado.

Siempre se ha hablado de las posibilidades de Santa Cruz, de las riquezas con las que cuenta, pero se dilata una y otra vez el inicio de un camino de prosperidad, desarrollo y crecimiento que incluya a todos los sectores sociales.

A partir del 10 de diciembre se abre una nueva expectativa, que a fuerza de frustraciones y desencuentros previos no se percibe vigorosa y pujante, sino más bien llena de incógnitas por resolver.

Las propuestas tendrán que dar lugar a las medidas a adoptar, el rumbo se debe marcar claramente desde el principio, que todos los santacruceños sepamos hacia dónde, cómo y por qué nos vamos a dirigir.

Los principales temas inherentes al estado siguen allí esperando de resoluciones, la crisis educativa, la lentitud de la justicia, las respuestas rápidas y concretas cuando de salud se trata, fortalecer los sistemas de seguridad y encontrar nuevas propuestas o mejorar las existentes para que la producción e industrialización sumen a la generación de recursos económicos y a la ampliación de fuentes laborales.

Mucho hemos escuchado sobre medidas de apoyo a grandes actores de la realidad económica provincial, pero la pandemia nos ha demostrado que surgieron también pequeños emprendedores que ante la coyuntura tomaron caminos diferentes a los habituales para poder subsistir.

Esos sectores también necesitan de un acompañamiento firme, estable y sostenido en el tiempo para poder desarrollarse, para mostrar que en el horizonte hay más posibilidades que el empleo público; recuperar el valor del trabajo y de la autonomía.

Queda un compás de espera entre los resultados electorales y la asunción del nuevo gobierno, ojalá sea utilizado para coordinar acciones entre los que se van y los que llegan, planificar en base a la realidad de los números que se manejan en el presupuesto provincial, pensar en un futuro auspicioso basado en hechos reales y no en meras promesas de campaña.

Es para destacar el nivel de participación activa dentro de las ofertas electorales que multiplicaron exponencialmente las listas de candidatos, quizá muestra del mismo descontento con los tradicionales y eternos postulantes sectoriales.

Es deseable que tanta exposición no se agote en la instancia que acaba de concluir, sino que sea el inicio de un camino que contribuya a la renovación dirigencial que tanto hace falta.

Nuevas miradas enriquecerán sin lugar a dudas el panorama político de Santa Cruz, pero si eso no ocurre, sumará una flamante frustración en la ciudadanía.

Fernando Goyanes