UPV: Una Propuesta Valiosa
Jóvenes creativos, felices, ocupados y en familia disfrutaron de dos jornadas de fiesta estudiantil. Cinco puntos para entender lo que pasó y una reflexión sobre el día después.
Una vez más, las redes sociales han sido escenario para amplificar una mirada sesgada de la realidad, en algunos casos con rencor, resentimiento o envidia sin detenerse a considerar en detalle el contexto, motivo e implementación de esta propuesta municipal destinada a estudiantes de cuarto año.
No han sido y no serán estas páginas un lugar en el cual se adule y enaltezcan gestiones gubernamentales, más bien, hemos mantenido una mirada crítica y un análisis reflexivo de sus acciones, pero creemos que en esta ocasión, tanto el municipio en general como el intendente en particular han sido objeto de cuestionamientos, directos o indirectos una vez que finalizó el evento, y nobleza obliga, en esta ocasión al menos nos parecen injustificados.
Aclarado este punto entremos de lleno en el análisis de lo sucedido en el micro estadio municipal a lo largo de dos días en los que la diversión acompañada de nerviosismo se vivió tanto en el sector donde se desarrollaron las actividades como en la tribuna.
Quizás, y tan solo quizás, desde esta columna podamos contribuir a la reflexión necesaria para entender para que se generó el UPV.
Hubo al menos cinco aspectos claves que merecen la pena reseñarse y compartirse, seguramente los lectores podrán agregar otros, pero estos nos parece que son casi inapelables si los observamos con sentido común y alejados de cualquier fanatismo, algo muy difícil en los tiempos que corren.
La idea
El municipio invitó a los cuartos años de los colegios secundarios con el objetivo de participar de dos jornadas recreativas de integración y convivencia; sumó premios de incentivo para tres de los finalmente quince inscriptos con la intención de acrecentar esa presencia, el número de equipos muestra a las claras que la iniciativa fue exitosa.
Los jóvenes de todos los establecimientos trabajaron arduamente y desarrollaron su creatividad al máximo posible, quienes están en docencia seguramente podrán dar cuenta de la motivación y dedicación con la que afrontaron el desafío pese al escaso tiempo con el que contaban, hasta podría afirmarse que con más energía que en el aprendizaje cotidiano.
La convocatoria
Se consideró que todos los establecimientos de la localidad tenían que ser parte de la iniciativa, sin exclusión alguna.
Un gobierno de origen peronista, sector que ha promovido la inclusión y la promoción de derechos no podía caer en la discriminación de ningún sector, más aún cuando la propuesta se financiaba con fondo públicos que incluyen obviamente la recaudación en concepto de impuestos que abonan los contribuyentes sin distinción ideológica o económica. ¿Hace falta aclarar algo más al respecto?
La definición
Luego de pensar en una convocatoria amplia se optó por una resolución del certamen apoyada de manera absoluta en el azar, una vez definidas las posiciones que determinarían la cantidad de llaves que obtendría cada equipo, cualquiera podría ser el ganador y dependería de una selección afortunada.
Para los que pintamos canas y vivimos la adolescencia en Buenos Aires, el final del UPV nos remitió inmediatamente a Feliz Domingo o Domingos para la juventud, históricos programas donde competían escuelas públicas y privadas, del centro o de la periferia, y también el viaje se obtenía por el azar en una escena similar a la que nos tocó vivir aquí.
La organización
El trabajo previo fue muy satisfactorio y el desarrollo casi impecable, decimos casi porque los mismos organizadores señalaron que hay cosas para corregir. Todo es mejorable y quedarse en la zona de confort no es una característica de los productores de la iniciativa, sirva como ejemplo las sucesivas ediciones de la Fiesta del Lago.
El epílogo
El día después no fue lo que debiera haber sido, los posteos que mencionábamos al comienzo opacaron en parte la fiesta vivida, pero atentos, hay un dato que nos debe llamar a la reflexión: la mayoría de los mensajes fueron publicados en Facebook, red social que emplean mayoritariamente los adultos, en tanto en Instagram que es la que emplean los jóvenes, no se vivió algo similar.
En resumen: las diferencias las impulsan los mayores y no las vivencian los menores, algo estamos haciendo mal. Aún a nuestra edad tenemos mucho para aprender, y son los jóvenes los que nos están marcando el camino.
Es importante tomar conciencia de esto porque el próximo año se realizará nuevamente la experiencia y no podemos caer en los mismos errores.
Para cerrar utilizaremos precisamente una conclusión publicada en una historia de Instagram de uno de los participantes que con tan solo 16 años señalaba: “Basta de ver escuelas, somos personas. No hay chetos de… ni villeros de…, hay pibes y pibas que comparten gustos, deportes, aficciones. Somos todos iguales al final del día, y quien piensa que se debe discriminar según colegio es igual de ridículo que discriminar según color de piel, género o religión.
Que este sea el puente que una de una vez a todos y que derrumbe tanto prejuicio.”









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