Volvemos a encontrarnos

Volvemos a encontrarnos

Parece mentira escribir en estas páginas que muy pronto estarán en tus manos como lo fue durante 20 años.

En marzo de 2020 la pandemia que nos atravesó a todos y de la cual persisten daños colaterales obligó a interrumpir este contacto mensual que nos convocaba y reunía en torno a la información.

Sin actividad económica, aislados socialmente, apesadumbrados, temerosos, continuar era inviable. Es cierto que desde la web y las redes sociales seguimos adelante, pero, ¿saben qué? no es lo mismo las frías pantallas de un celular o computadora que la calidez del papel en la piel de los dedos.

Fueron más de dos años y medio en los cuales extrañé verte leer Carta Abierta en los bancos o instituciones mientras esperabas tu turno (gracias Daniel Fernández por esa foto pre pandemia que ilustra la tapa), observarte salir de los comercios con un ejemplar bajo el brazo, recibir tus comentarios sobre lo bueno o malo que era el papel para encender el fuego del asado.

No molesta que utilices nuestras páginas para pelar papas, envolver vidrios rotos o tapar vidrieras de comercios, en cada una de esas acciones volvíamos a estar muy cerca tuyo, regresábamos a tu mesa, concitábamos la atención aunque sea de reojo mientras releías al pasar las noticias publicadas. Es inevitable, aunque no quieras, la mirada se desvía hacia las letras de molde.

En los tiempos que corren donde la tecnología y la modernidad proliferan por doquier el diario de papel aún conserva su magia en determinados segmentos de la sociedad y por eso volvemos.

No me vas a negar que seguramente tenés guardado algún ejemplar donde salió una nota en la que aparecés o una foto tuya en el Sonría. No es lo mismo cuando se publica en un medio digital, ¿verdad?

Volvimos, era un deseo contenido que se pudo expresar gracias al empuje primero y acompañamiento después de quienes al igual que yo, consideraron que Carta Abierta no debía desaparecer, que tenía que regresar.

A todos ellos que no quiero mencionar para no olvidarme algún nombre les agradezco hacer posible este retorno, sus empresas y comercios los verán reflejados en la publicidades, pero para mí queda el enorme reconocimiento a cada uno de los seres humanos que las llevan adelante.

Quienes me conocen no necesitan explicaciones, los detractores de siempre no las entenderían, pero los que se acerquen por primera vez deben saber que en estas páginas no encontrarán elogios fáciles ni críticas despiadadas injustificadas, intentaremos como durante dos décadas reflejar la realidad de El Calafate sin condicionamientos ni tendencias político partidarias, respondiendo únicamente al interés de los lectores a los que no pretendemos manipular ni engañar.

Carta Abierta nació y se desarrolló como un espacio del cual los vecinos puedan apropiarse y ser parte, donde fueron y serán escuchados y en el que podrán escribir cuando lo consideren necesario, con distribución gratuita para que el dinero no sea un condicionante de su lectura, tomen esto como una declaración de principios.

Estamos otra vez en la calle, felices, orgullosos de volver a ocupar nuestro lugar. Simplemente gracias a todos los que lo hicieron posible.

Fernando Goyanes