Al rescate de la verdad

Al rescate de la verdad

Está en terapia intensiva y resulta urgente acudir en su ayuda. Puede parecer una afirmación contundente y exagerada, pero la verdad está en crisis y cada día que pasa se acentúa ese proceso.

Quizá las redes sociales ayudaron a contaminarla poco a poco; noticias falsas que se distribuyeron exponencialmente a través de nuestros teléfonos, descalificaciones sin más fundamentos que la intencionalidad de dañar, denuncias al por mayor carentes de todo asidero legal.

Probablemente la irrupción de la Inteligencia Artificial haya acelerado el daño: hoy ya no sabemos si la imagen que contemplamos, los videos que reproducimos o los audios que nos comparten son auténticos o una mera farsa con atisbos de verosimilitud.

Desde el periodismo también se ha contribuido a que la verdad se debilite: títulos engañosos, contenidos con clara intencionalidad política, silencios que resuenan más que una explosión.

“Creo que el periodismo está pasando por un momento de mucha confusión pero por culpa de quienes son su público, ocurren cosas que no pensábamos que iban a suceder. Hay cambios, el público no le está dando valor a la verdad. Cuando nosotros hacemos encuestas y les preguntamos si les importa que una noticia sea verdad asustaría la cantidad de gente que dice que no, ¿Cómo qué no? Si está bien contada…dicen”

La afirmación anterior es de Mario Pergolini en el reciente Congreso de FOPEA llevado a cabo en la Universidad Blas Pascal de la ciudad de Córdoba, a lo que agregó que el valor más fuerte que tenía el periodismo era ser creíble, su trabajo se asemejaba al de un escribano de la realidad: decía esto pasó y había pasado.

Antes cuando un medio mentía todo el mundo se indignaba, hoy, todo pasa…

Los alumnos también han hecho su aporte a que la verdad agonice al emplear las nuevas tecnologías para que realicen los trabajos encomendados sin atender que no están engañando al profesor, sino que se están mintiendo a sí mismos.

Tomémonos un tiempo para analizar nuestra propia relación con la verdad como ciudadanos, si accionamos para fortalecerla o nos sumamos a la comparsa del descrédito.

La verdad está en crisis, y es fundamental tomar conciencia de ello para que vuelva a ser un valor en lo más alto de la escala.

Salvemos a la verdad.

Fernando Goyanes