“Todo se resume en falta de trabajo y vivienda”
Mónica Mansilla, Directora del CIC NK dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, Igualdad e Integración Provincial, repasó sus primeros siete meses de gestión.
“Nuestro CIC es muy concurrido y tratamos de atender a todos de la mejor manera porque comprendemos que se acercan porque la están pasando mal”, señala y agrega que el trato digno a las personas en estado de vulnerabilidad es uno de los ejes de su gestión, junto con la transparencia.
Afirma que es obligación del funcionario dar la cara y explicar. “Si las cosas están bien hechas, no hay nada que ocultar, asistimos a 440 personas, es decir, 440 familias, con sus diversas urgencias”.
Señala que el hambre es un problema en El Calafate, que nunca ha visto en las décadas que está en la ciudad una situación tan dramática. “Todo se resume en falta de trabajo y vivienda, ya no hay tantas oportunidades de crecimiento y progreso como antes”.
En su opinión el problema es la falta de planificación de los gobiernos anteriores.
“No se ordenó el crecimiento de la ciudad, los servicios, la infraestructura, el trabajo. Se han ido acumulando problemas, y Desarrollo Social es una de las áreas que termina tapando esos agujeros de gestión.
Mansilla añade que hay un padrón de 150 personas aproximadamente que necesitan leña para calefaccionarse.
“Hubo 6 incendios este año causados por sobrecarga del tendido eléctrico al mantener las personas enchufadas las estufas todo el tiempo”.
Asimismo desde el CIC acompañan las gestiones vinculadas a problemáticas de discapacidad, dado que no existe filial de ANDIS en la ciudad. La mayoría de las personas con discapacidad sólo cuentan con el plan SUMAR a falta de obra social.
Se trabaja con entes nacionales como ANSES o PAMI para temáticas como los alquileres sociales. “Mi visión es trabajar en red, articular con los diversos organismos más allá de las diferencias partidarias, para atender a las necesidades de la gente”.
Hay articulación con asistentes sociales dependientes del hospital Formenti y del Samic, se acompañan las situaciones de adicciones, siempre con “buena predisposición de todas las partes”.
Incluso señala que existe una relación fluida con el Municipio, que asiste con ayuda de Desarrollo Social provincial a unas 328 personas. La entrega de los módulos alimentarios, así como toda ayuda social se encuentra auditada permanentemente, lo que permitió detectar irregularidades al principio de la gestión.
Cita el ejemplo del “vale Santa Cruz”, subsidio para el costo del gas de los titulares con ingresos bajos. En los relevamientos se encontraron un 40 por ciento de situaciones anómalas.
Actualmente se elabora un plan de colaboración con los clubes sociales para descubrir casos de familias vulnerables que, por razones de vergüenza o miedo, no se acercan a solicitar asistencia.
Se articula con los directivos para no exponer a las personas vulnerables, el saldo es, en la visión de la funcionaria, positivo, pero hay que seguir trabajando porque la situación social de la localidad es delicada.
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